domingo, 25 de noviembre de 2018

La construcción de identidades en el Cine Mexicano: Cantinflas, Tintan y Piporro


Introducción 

Si hay una expresión de arte que fascina a chicos y grandes, expertos y amateurs, es el cine. Es por el cine que mucha gente tiene acceso a las grandes innovaciones tecnológicas y en ocasiones es el único medio por el que se logra conocer, aunque de manera bastante construida, las identidades culturales de otras latitudes y zonas del planeta. En lo personal el cine siempre ha sido algo fascinante que ofrece además de entretenimiento visiones de la  vida, del amor, la paz, la justicia y un sin número de cuestiones entre las que incluso podemos mencionar a la rebeldía

En lo que se refiere al cine mexicano podemos afirmar que la producción cinematográfica es muy rica, variada, sui generis y original si se plantea en el contexto mundial. Existen películas de charros, de vaqueros, historias románticas, algunas de corte historicista, algunas de denuncia social, otras tantas, muchas a mi parecer, que han retratado a un México que existió y que permanece en el imaginario colectivo y una serie de arquetipos del mexicano que hasta hoy permanecen en el ideario de la mayoría de los mexicanos de a pie. 

La Época Oro del cine mexicano es el nombre con el que se conoce al periodo que en términos de producción, venta y distribución la industria cinematográfica encontró su auge y mejor momento, si bien es cierto que este auge responde a una dinámica internacional, queremos plantear la idea de que México de igual manera ha sido un referente cultural en América Latina. Si bien la industria del cine mexicano creció y se desarrolló ampliamente hacía el exterior en la Época de Oro, también es cierto que hacia dentro la demanda era importante ya que las construcciones de identidad nacional correspondían a la realidad social del México de entonces: un México mucho más rural, más tradicional, con una industria incipiente y que con el paso de los años, sin duda, se irá incorporando con más ahínco a la dinámica mundial en términos económicos y culturales, generalmente, según nuestro parecer, absorbiendo elementos de otras latitudes y poco a poco incorporándolos a la vida cotidiana hasta transformarse por completo.

Uno de los elementos principales de los que se valió el cine para construir una identidad e imaginario nacional fue el rescate sus héroes al llevarlos a la pantalla, existen variados ejemplos de filmes en los que estos son sacralizados magistralmente por diferentes estrellas de cine y los tonos y discursos cinematográficos son distintos, pero la sacralización de héroes es una constante: 
Poner en un relato a los héroes nacionales, es ciertamente, una forma de mantenerlos vivos, y en alguna medida, referirse a su ideario, pero también es una forma de reconocimiento, de encuentro con la historia, que es decir, con lo que se es. El cine clásico mexicano recreó, a su manera, el panteón de los héroes nacionales, ya relatando sus biografías, o aludiendo a ellos como parte de algún drama. En cualquier caso, su uso, casi siempre se consumó como una referencia cívico-moralizante. 1
Otro aspecto que se manifestó de manera frecuente en el cine nacional fue la construcción de ciertas identidades, ciertas por que es claro que dentro de éstas no todos los rincones de México se ven plenamente representados, pero lo que sí, es la idea de estar contenidos dentro de estos arquetipos identitarios. Ante esto nos preguntamos: ¿qué es una identidad? ¿cómo se adquiere? ¿cuál fue el patrón identitario predominante en el cine mexicano durante la Época de Oro?

Ante la primer cuestión Villarreal Beltrán sostiene que “identidad ha de entenderse como lo que nos hace idénticos o muy semejantes a unos y nos diferencia de otros” mientras que al referirse a identificación agrega “el reconocimiento de aquellos a quienes uno es idéntico, y también el de quienes son diferentes, pero uno quiere asemejarse a ellos. De modo que en los procesos de identificación está involucrada la imaginación en tanto aspiraciones, ideales, mitificación, deseos de aceptación y reconocimiento”.2

Es importante decir que son varios los aspectos de la cultura que alimentan la identidad siendo ésta una construcción que puede tener atribuciones, tanto individuales como colectivas, el cine de la Época de Oro plasmó en la pantalla ciertos valores y cánones heredados por la Revolución Mexicana, que poco a poco se transformaron dando lugar a un arquetipo de mexicano distante muchas veces al verdadero.
En México, la facción triunfante en la Revolución estableció su hegemonía y desarrolló un proyecto político al que llamó nacionalismo revolucionario, el cual se configuró con un conjunto de imágenes instituidas como símbolos patrios con los que se inculcó la identidad nacional: la bandera, el escudo y el himno, además del español como única lengua oficial. Junto con ellos, otras imágenes han recreado el mito del acto fundacional común a partir de héroes y episodios de un relato llamado historia patria, las cuales se pueden ver y aprender, de acuerdo con los planes oficiales de estudio, en los libros de texto y en las representaciones que se hacen en los patios escolares. Aunado a ello un sinnúmero de efigies de estos héroes en plazas de todo el país, cuyos nombres están en las calles de todos los pueblos y en la moneda nacional, ayudan a recrear la idea de que quienes vivimos en el territorio de México tenemos un pasado, un presente y un futuro común, aunque no nos identifiquemos plenamente unos con otros. 3
En lo que corresponde al presente trabajo, se trata de analizar con detenimientos tres casos muy particulares que hemos seleccionado para nuestro estudio, en ellos tres se refleja la construcción de identidades distintas pero que comparten un denominador común, ya que están construidas desde el género de la comedia, siendo los casos seleccionados, los personajes encarnados por Mario Moreno (Cantinflas), Germán Valdés (Tintan) y Eulalio González (Piporro).


Cantinflas - Ahí está el detalle  (1940)

Ahí está el detalle


La cinta que corre a cargo del director Juan Bustillo Oro, realizada por Grovas-Oro Films, cuenta la historia de la confusión entre el perro "Bobby" y un gángster del mismo nombre desencadena una serie de enredos entre un celoso marido, su nerviosa esposa, una pícara criada, una esposa abandonada con ocho hijos y el singular Cantinflas. es el resultado de un interesante proceso de investigación desarrollado por Bustillo Oro para cumplir con las expectativas de su productor. Para la hoy memorable escena final del juicio, Bustillo Oro se basó en un caso de la vida real acontecido en 1925. Las alucinantes declaraciones del criminal Álvaro Chapa inspiraron la redacción de uno de los monólogos más famosos de la historia del cine nacional. Irónicamente, pocas personas atribuyen a Bustillo Oro la autoría de esta célebre “cantinflada".

La identidad constituida por el personaje de Cantinflas refleja al individuo que creció en los alrededores de la Ciudad de México, seguramente en los barrios de ésta, aquel que habita en las vecindades y consume pulque, generalmente desempleado, pero deseoso de ganarse la vida sin dejar de divertirse. Un rasgo particular de este personaje es el manejo del lenguaje, ya que se ha hecho característico a tal grado que llegado a tomarse como un término de la lengua española. Aunque hasta cierto punto analfabeta, el personaje logra hacerse notar por su sentido de justicia y su “honradez”. Desde nuestra opinión, los diálogos del presente filme, remiten a la cotidianidad de la época, rescatando frases, modismos, regionalismos, etc. Esta es la película que crea al personaje de Cantinflas como tal, fórmula que se repetirá muchas veces más en el cine.

Tintan - Calabacitas tiernas (¡Ay qué bonitas piernas!) (1948)

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Calabacitas Tiernas fue dirigida por Gilberto Martínez Solares y realizada por CLASA Films Mundiales, la historia narra como accidentalmente, Tin Tan se relaciona con un pícaro empresario arruinado que lo hace pasar por sí mismo para evitar dar la cara ante sus acreedores. En su nueva personalidad, Tin Tan monta un espectáculo musical con la brasileña Rosina, la cubana Amalia, la mexicana Nelly y la niña española Gloria. Coqueto y carismático, Tin Tan provoca que las mujeres -incluyendo a la simpática sirvienta Lupe- se peleen por su amor y por el crédito principal del espectáculo que ha sido financiado -sin que nadie lo sepa- con dinero inexistente.

German Valdés “Tintan” representa el arquetipo del Pachuco, uno de los principales personajes representativos de la contracultura nacional, en un inicio marginado por la sociedad, pero que poco a poco se incorporaron en el imaginario nacional, buscando representar aquellos individuos que crecieron el norte del país, muy cerca de las zonas fronterizas, hecho que se nota en los diálogos, que aunque no tan incisivo, Tintan incorpora en su hablar palabras spanglish dentro del contexto capitalino, es un oportunista, se desenvuelve de manera magistral aprovechando la ingenuidad de otros sacando provecho de toda ocasión.


Piporro - Ruletero a toda marcha (1962)

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Ruletero a toda marcha fue dirigida por Rafael Baledón en 1962 para Filmadora Chapultepec, con un guión del mismo Baledón y Pedro de Urdimalas, fotografía de Agustín Jiménez y cuenta la historia de un campesino norteño decide correr fortuna como taxista en la capital con un auto disfrazado de coche de alquiler, por lo que abandona su pueblo, su familia y su novia; en la ciudad sobrevive en las peores condiciones de vida, adaptándose a las costumbres capitalinas, hasta que se ve involucrado con una clienta embarazada que da a luz en el taxi y de quien él mismo se hace cargo, hasta que llegan del pueblo su novia y suegros de visita, presentándose una situación embarazosa con su aparente doble vida, los chismes de los vecinos y los parientes citadinos de la familia de su prometida, cuyo hijo es el causante del embarazo de la joven apadrinada por el ruletero.

La identidad del Piporro alude a otro sector de la población de México, el sector del noroeste del país, el norteño trabajador en busca de oportunidades pero que encuentra en la ciudad capital verdaderas posiblidades de “salir adelante”. Piporro imprimió en el inconsciente colectivo el habla del norteño, ese tipo vaquero, que a pesar de encontrarse a un medio mucho más urbano, no se quita las botas ni deja el sombrero. 




Conclusiones 

Es sin duda el cine uno de los medios más democráticos de entretenimiento y en los últimos años gracias a la globalización hemos podido tener acceso a una gran variedad de filmes. Los tres personajes que analizamos construyeron la identidad de tres mexicanos distintos, desde nuestra lógica, que ya no corresponde a la realidad del México contemporáneo. Sin duda, hoy por hoy, existen nuevos arquetipos del mexicano, versiones muchos más regionalizadas, donde incluso ya se ha representado el Sureste de México, las costas y el Occidente.

Entre los atributos más destacados de estas identidades sobresale de manera principal el manejo del lenguaje, construido en un sentido bastante urbano, los tres reflejan una personalidad atrevida y voluntariosa, que no permite que pasen encima de ellos a pesar de sus orígenes sencillos y humildes, sino por el contrario, procuran obtener provecho de manera “honrada” por sobre todas las cosas. Creo que es importante que el análisis de las identidades adquiera muchas más importancia hoy en día, especialmente para aquellos sectores que no están representados o pensando en el imaginario nacional con el fin de lograr la reivindicación de identidades regionales que han sido desplazadas por aquellas hegemónicas, las que surgieron de la Revolución Mexicana y que sin duda siguen representando al mexicano de algunas partes del país.

La obra escultórica de Augusto Escobedo en Villahermosa, Tabasco



Desde los orígenes de la civilización, la escultura ha estado presente en la vida del hombre jugando diferentes papeles; en un inicio, formaba parte de todo un sistema mítico-religioso, desempeñando un rol utilitario que ayudaba a dar sentido a ritos y prácticas mágicas; posteriormente, ayudó a propagar y cimentar sistemas religiosos y hegemónicos; para después, llegar a una época en la que proliferaron grandes talleres y mecenas, que potenciaron la escultura y otras artes, dando un sentido renovado a éstas, en el que se procurará buscar y alcanzar, ciertos preceptos de belleza, que serán diferentes según época, autor, estilo o corriente.

Así pues, la escultura a lo largo de milenios, ha sido dispuesta como un elemento esencial en el embellecimiento de ciudades, parques, plazas, áreas verdes, el interior de residencias, palacios, castillos, entre otros.

La ciudad de Villahermosa no ha sido la excepción y al igual que en otras ciudades, su pueblo, a través de sus gobernantes, ha procurado su embellecimiento, así como el reconocimiento a sus héroes y personajes ilustres, que por medio de la escultura, han sido representados en sus múltiples fuentes y monumentos que armonizan a lo largo y ancho de la cabecera municipal y en algunas zonas rurales. Actualmente, la ciudad tiene un amplio inventario de 70 monumentos (67 urbanos y 3 rurales) y 57 fuentes (54 urbanas y 3 rurales), mismos que, se fueron construyendo y erigiendo a lo largo de los siglos y XX, aportando identidad y distinción a las áreas donde estos yacen.

Durante el Gobierno del Lic. Carlos A. Madrazo Becerra (1959-1964), la ciudad fue testigo de la edificación y emplazamiento de algunas de las esculturas y fuentes más representativas e icónicas del paisaje urbano en Villahermosa, entre éstas destacan: la Fuente de los Niños Traviesos, el Monumento al Coronel Andrés Sánchez Magallanes (La Chichona), el Monumento al Coronel Gregorio Méndez (El Caballito), la Fuente a Tabasco (Fuente de los Pescadores), la Fuente Maya y la del Chorro, que dieron a la ciudad un aire de modernidad y junto a la obra civil que también se dio en el Estado, terminaron por situar a Villahermosa como una ciudad no sólo moderna, sino armoniosa y llena de vida.

Es durante este periodo que la obra de Augusto Escobedo encontró cabida en la ciudad de Villahermosa. Con un total de cuatro obras bajo su firma, Escobedo nos heredó un legado escultórico, que poco a poco, se ha ido fundiendo con el entorno urbano y la cotidianeidad villahermosina. Poco es conocida su vida y obra en el ámbito local, su trabajo se ha conservado en el anonimato, sus piezas observan impertérritas el pasar de la vida, con la esperanza de ser observadas, inmóviles. El presente artículo, busca exhibir y reconocer la obra de Augusto Escobedo en la entidad, como un breve y sencillo homenaje a ciento dos años de su natalicio.


Augusto Escobedo (México 1914 – Cuernavaca 1995)

“Ésta es la historia de un hombre que,después de haber intentado todos loscaminos, se encontró a sí mismo.”

De manera general, se tiende a estigmatizar o encasillar a los artistas dentro de una sola disciplina, ignorando de manera deliberada los distintos ámbitos a los que estos se acercan a la eterna búsqueda por la belleza y sus distintos matices. Antes de escultor, Escobedo se ocupó de distintos menesteres que fueron forjando su carácter, técnica y visión. Fue taxista; guía de turistas; incursionó en la poesía; también se desarrolló como canta autor, estudiando piano y composición en el Conservatorio Nacional de Música, para posteriormente dedicarse algunos años a la pintura; desbordando finalmente en la escultura, que le dará satisfacción y reconocimiento.1

Nacido en el mismo año que José Revueltas, Octavio Paz y Efraín Huerta; fue hasta los 39 años que encontró en la escultura, un espacio donde desbocar sus pasiones, descubriendo posibilidades para mostrar sus habilidades tridimensionalmente, pasando del lienzo a la escultura, retratando algunas amistades y posteriormente destacando con la temática de la maternidad. Caracterizaron su primera etapa, obras en formatos pequeños y con una amplia variedad de materiales.  De la mano del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, encontró lugar para la escultura civil y de gran formato, con la que se dio a conocer en la capital mexicana, su provincia y el extranjero. Su obra está presente en ciudades como Montreal, Canadá (Joie de Vivre, 1966); Frisco, Estados Unidos (The Sisters, 1960); Universal City, Universal Studios, Estados Unidos (Niños Jugando, 1960); entre muchas más que se pueden encontrar en ciudades mexicanas como el Distrito Federal, Durango, Veracruz, por mencionar algunas.  2

Preocupado siempre por que su obra jugara un doble papel (decorativo y funcional), en sus fuentes con niños, Escobedo logra sin problemas su cometido, permitiendo recrear la vista y crear juegos de agua. Villahermosa cuenta con cuatro trabajos memorables del maestro Escobedo: Fuente de los Niños Traviesos, Monumento al Coronel Gregorio Méndez, Atleta portando la antorcha olímpica (todas de 1961) y Fuente a Tabasco (1964), mismas que se presentan y revisan a continuación. 

Monumento al Coronel Gregorio Méndez Magaña


Ficha Técnica: Monumento al Coronel Gregorio Méndez Magaña. Fotógrafo: Jair Gonzalo Velázquez Vera. Año: 2014 Localización: Plaza Coronel Gregorio Méndez, Av. Gregorio Méndez esq. Av. 27 de Febrero, Col. Atasta de Serra. País: México. 

El monumento al Coronel Gregorio Méndez 
(coloquialmente conocido como “El Caballito”) está ubicado en el cruce de la avenida que lleva el mismo nombre del héroe tabasqueño y la Av. 27 de Febrero, dentro de los limites de la colonia Atasta de Serra, de esta ciudad. Es la segunda ubicación desde que, la primera vez (1964), fue situada en el cruce de Av. Paseo Tabasco y Av. 27 de Febrero (frente a la Catedral del Señor de Tabasco), siendo reubicada en la década de 1990 después de la visita de Juan Pablo II a la entidad.

El mito de la “escultura ecuestre” sugiere que, cuando dos de las patas del equino están al aire, el jinete ha muerto en batalla, mientras que, cuando es sólo una la pata al aire, el jinete fue herido en batalla y muerto producto de la herida. El Coronel, a pesar de la posición del caballo, no fue muerto en batalla, ni por herida en una, lo que no es más que una imprecisión histórica que vale la pena recalcar. En una visita en la década de 1980 de Escobedo a la ciudad, fue cuestionado sobre esta imprecisión, respondiendo que él sólo cumplía órdenes del Lic. Madrazo. Lily Kissner, quien más ha estudiado su obra, sugiere que, “describe un lapso de lucha aguerrida.”

El fundido del bronce con qué está hecho el monumento, fue realizado por Fernando Díaz, quien presuntamente fue su fundidor de cabecera. Como dato curioso vale la pena señalar, de manera lamentable, que es la única obra del maestro que está identificada con placa.


Atleta portando antorcha olímpica


Ficha Técnica: (Imágenes 03 y 04) Fuente Atleta portando antorcha olímpica. Fotógrafo: Jair Gonzalo Velázquez Vera. Año: 2014 Localización: Av. 27 de Febrero esq. Heroico Colegio Militar, Col. Atasta de Serra. País: México.   





















Es mejor conocida como El Deportista o La Adelita, pero los especialistas señalan que su nombre es Atleta portando antorcha olímpica. Esta escultura, también trabajo en bronce, corona la fuente que se erige sobre la Av. 27 de Febrero, mirando hacía la Ciudad Deportiva, justo dando la espalda al 37º Batallón de Infantería.

Augusto Escobedo logra detener de manera detallada el movimiento del portador de la antorcha, el enorme atleta de tres metros, se sostiene de manera sorprendente sobre un solo pie, congelando el instante preciso en que, se ejecuta la acción de correr. La fuente, también inaugurada en la década de 1960, ha conservado su ubicación, aunque con modificaciones al jardín y al pedestal.

Esta estatua ha hecho las veces de “epicentro” al momento de algunas celebraciones de carácter deportivo, aunque sin lograr gran trascendencia. Mientras, espera inmóvil, un efímero día de gloria.

Los niños traviesos

Ficha Técnica: Fuente de los Niños Traviesos. Fotógrafo: Jair Gonzalo Velázquez Vera. Año: 2014 Localización: Av. 27 de Febrero esq. Paseo Usumacinta, Col. El Águila. País: México

Las fuentes con niños, sin duda, son lo más reconocido de la escultura civil de Escobedo, la Fuente de los Niños Traviesos se mimetiza magistralmente en la intersección de Paseo Usumacinta y Av. 27 de Febrero, en las inmediaciones de la colonia El Águila (Manuel Gil y Sáenz).

Originalmente eran 11 los niños de bronce en tamaño natural que, con júbilo alrededor de la fuente, trepaban, remaban y jalaban la pata de una ágil garza. Hoy, sólo quedan 10. Alguna vez, doña Gaba   anterior cronista de la ciudad, clamaba por la reposición del faltante, sin éxito.

La fuente ha conservado su ubicación desde que fue inaugurada en la década de 1960. En 2010 sufrió una remodelación considerable, en la que la placa fue removida  y no se colocó de vuelta.

En el año 2013, por ignorancia, al “darles mantenimiento”, fueron pintados en color negro, ocultando el verde característico de las piezas, mismo que han ido recobrando, de manera afortunada, día a día.


Fuente a Tabasco


Ficha Técnica: Fuente a Tabasco. Fotógrafo: Jair Gonzalo Velázquez Vera. Año: 2014 Localización: Av. Paseo Tabasco esq. Av. Los Ríos, Plaza de la Revolución, Tabasco 2000. País: México.  

La Fuente a Tabasco, mejor conocida como de Los Pescadores, está ubicada en la Plaza de la Revolución, armonizando las instalaciones de la sede del ayuntamiento del municipio de Centro, en Tabasco 2000. La fuente tiene esta ubicación desde el año 1979, cuando fue removida de su ubicación original, en el cruce de las avenidas Adolfo Ruiz Cortines y José Pagés Llergo/Universidad, hoy ocupado por un paso a desnivel. Según información hemerográfica, ésta fue reubicada para mejorar el tránsito vehicular de la zona, que hasta el día de hoy es más que caótico.

Las seis figuras de bronce de un tamaño aproximado a los 2.50 mts. de altura, representan el esfuerzo del trabajo de la pesca, cuatro hombres tiran de su red con gran fuerza, tratando de someter a los peces, que con brusco movimiento, tratan de librarse de la red.

La fuente y sus chorros de agua, han estado acompañados desde el inicio, de la escultura Tradicional Zapateo inspirado en la figura de los bailadores Rosa del Carmen Dehesa Rosado y Roberto Campos Sánchez, de la autoría del escultor poblano Juan Lombardo.


1.MONTIEL RIMOCH, Andrea, Augusto Escobedo: Un desafío para la gravedad por el deseo de vuelo, “Palabras para el homenaje del Maestro Escobedo (1914-1995)”, en la Galería Universitaria Aristos, México, 1995.
2.KASSNER, Lily, Augusto Escobedo escultor de piedras coloridas, Círculo de Arte, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Dirección General de Publicaciones, México D.F., 2004

La construcción de identidades en el Cine Mexicano: Cantinflas, Tintan y Piporro

Introducción   Si hay una expresión de arte que fascina a chicos y grandes, expertos y amateurs, es el cine. Es por el cine q...